Ayer tuve la fortuna de pasar casi toda la mañana celebrando el XXV Aniversario de la Asociación de Laringectomizados de Extremadura con ellos.
Mi misión era hacerles un show de magia durante una hora aproximadamente, cosa que me pidió su presidenta Amalia Franco Galán hace ya tiempo, tras haber presenciado mi show en otra ocasión durante una jornada de Voluntarios de Cuidados Paliativos celebrada en Zafra en Noviembre de 2015.
Así que nada, camino de Mérida, directo a la Asamblea de Extremadura a pasarlo bien con ellos. Y así fue, después de varias conferencias, mesas de debate y ponencias, me tocó el turno. Y yo, fiel a mi estilo, lo pasé genial ilusionándolos, divirtiéndolos y disfrutando con ellos, porque al final, lo que queda de estas ocasiones es lo magnífico que es conocer a gente con tantas ganas de vivir, con tanta ilusión por seguir adelante, a pesar de todo. Son ellos los que trasmiten la verdadera alegría, la fortaleza, la ilusión real de la vida.
Y después, en la comida, pude compartir con algunos de ellos momentos más directos con experiencias personales, duras, divertidas, tristes, alegres, de esas que te dejan el regustillo de la fortaleza del ser humano, de esas que te hacen pensar las cosas y ver la vida de otra manera, de esas que enseñan a vivir.
Gracias de corazón por hacerme partícipe de vuestro encuentro, por dejarme aprender de vosotros, por sentirme tan vivo como lo estáis vosotros. Gracias, amigos míos.
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